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Deviates – Time is the Distance (20 aniversario)

Mi primer contacto con este grupo fue, a buen seguro, como el de la mayoría de los que estáis leyendo estas líneas. A finales de los 90 principio de los 2000, los meses de mayo/junio eran días de sol, de conciertos y de Punk-O-Ramas. Fue aquel 2001 en el que la canción insignia de Deviates apareció incluida en el número seis del compilado de Epitaph. Y fue ahí cuando lo flipé.

Recuerdo escuchar el primer tema del recopilatorio «Can I Borrow Some Ambition?» de Guttermouth, y después llegar a una de las intros más famosas de la escena, la de «Come With me» de unos, por entonces, desconocidos para mi Deviates. Su punk rock melódico, acelerado y noventero me trasladó en seguida a Pennywise. Más tarde supe que Fletcher había producido su primer disco, siendo este Time is the Distance su segundo trabajo, el primero bajo las filas de Epitaph.

Es cierto que «Come With me» es el tema que todas y todos conocemos de ellos, pero este disco está repleto de otras canciones que plasman a la perfección los cánones del punk rock americano de los 90. A medio camino entre Pennywise y Offspring, Deviates no inventan nada nuevo pero clavan lo que hacen. «Turn It Down» juega con dos voces y esos sonidos agridulces que tan bien compactan con la velocidad. «Right Back to You» huele a Boucing Souls tanto, que me puedo imaginar a Gregg Attonito haciendo su peculiar baile mientras suena de fondo.

Medios tiempos interpretados a la perfección con guitarras pegadizas y rasgadas como «One in Ten» o «Disclaimer» (con un sonido mucho más «duro»), se mezclan con trallazos como «Time is the Distance» o la inmensa y pennywisera «No Mistake». Las lineas de bajo gozan de gran protagonismo a lo largo de todo el disco, alcanzado su clímax en la intro de «Grounded» y en la de «Profile», mientras que el coqueteo con los sonidos hardcore se hace patente en «Start Again». El disco cierra con otro de sus grandes hits, quizá el segundo en discordia; «My Crime», cuyo estribillo es oro puro.

Es posible que Deviates hayan quedado en el olvido de muchas y muchos, pero también estoy seguro que escuchar el comienzo de «Come With me» removerá muchos recuerdos y es que, aunque el tiempo sea distancia, la música es capaz de recorrer años en cuestión de segundos.

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