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Goblins – Carry On Screaming (Disco Remember)

Volvamos al siglo pasado. Volvamos a 1999. Recordemos. Estamos en la época dorada del melódico, de Epitaph, de Fat WreckChords y de Burning Heart Records. La época de los Warped Tours de verdad. De los Dickies por debajo de la rodilla y de los calcetines altos. Pero también era la época de lugares de aquí: de Madrid Rock o del Shock. Esa época en la que la calle del Pez en Madrid era todo un referente. Snapo era una visita obligada para pillar esas primeras camisetas de grupos de fuera, pero ojo porque, a pocos metros se encontraba Slide Chorus, una factoría de melódico nacional que marcaría la juventud de muchos de nosotros.

Así fue como un buen día descubrí el disco que hoy estoy reseñando; Carry On Screaming (1999), de los cordobeses Goblins. En una de mis visitas a Slide Chorus encontré su disco y no me lo pensé dos veces. Su portada, y su estilo (intuido por el lugar en el que se encontraba el disco) me hicieron comprarlo sin dudar. Gran acierto. Goblins iban a formar desde el primer momento una dupla de oro con G.A.S. Drummers, y me iban a convencer de que Andalucía poco tenía que envidiar a California. Hoy me pongo el álbum y los primeros acordes de «Can I See» me trasladan automáticamente a la época que os acabo de describir. Alucinante como la música puede hacerte viajar en el tiempo.

Musicalmente hablando, Goblins clavan a la perfección ese hardcore melódico que tan prolifero era a finales de los 90. Velocidad, ritmo y melodías que se graban en tu cerebro a la segunda escucha. También tienen riffs más «pesados» en cortes como «Zombie» (demostrando que pueden compartir hit con los mismísimos Cranberries) o en «Werewolf By Night» (uno de mis temas favoritos del álbum). El disco cuenta con doce cortes que te trasladan a un mundo tenebroso, oscuro y lleno de hombres lobos, zombies y vampiros, que solo se ilumina cuando el grupo tira de sus magníficos coros (a buen seguro mamados de Bad Religion) como por ejemplo los de «Fred’s Devil Brain». Estos cordobeses también se manejan a las mil maravillas tocando medio tiempos como «Nostromo» o, tal vez su canción más popular,  «Electric Horror», todo un hit presentado en todo recopilatiro digno del género de la época. A buen seguro que muchos los conocisteis escuchando ese tema, ¿me confundo?.

La segunda parte del disco contiene mi tema favorito del grupo: «Darkside». Si algún día tengo hijos/nietos, cuando me pregunten por los 90, sin duda alguna les pondré este temazo y no tendré que explicar mucho más. Alucinante corte que contiene todo lo que una canción de melódico puede desear. Alucinante. Además también aparecen la rockera «MrBallow», la pegadiza «Lionel’s Cellar», y la acelerada y oscura «Ash», que a veces me recuerda a unos primeros AFI que andaban petándolo en NITRO Records. Carry On Screaming cierra con «The Haunting» como se solía hacer antiguamente, pero con truco: de una manera acústica rota por una guitarra potente que da paso una arenga y a un ritmo noventero que, aún a día de hoy, me hace moverme. Las partes instrumentales de este tema son geniales, al igual que sus múltiples cambios de ritmo. Gran cierre.

Goblins y su Carry On Screaming consiguieron que un joven yo que miraba con recelo y envidia a la costa oeste, se diera cuenta de que aquí también había gente que sabía hacer la música que me volvía loco. Consiguieron que me adentrara dentro del punk rock de aquí con influencias de allí, y consiguieron también que descubriera otros grupos que estaban justo delante de mis ojos pero que mis oídos aún no habían descubierto. Este disco marcó un antes y después para mí, y es por eso que le tengo un gran cariño. El ciclo se cerró cuando por fin, y junto con mi grupo favorito, Bad Religion, pude verlos en la Riviera. Ese es sin duda, uno de los conciertos que siempre recordaré. Y este uno de los discos de mi vida.

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