Y no, no es «punk». «Punk» es una palabra a la que he estado ligado la mayoría de mi vida, sin entrar a intentar definirla, y sin dejar que la definan para permitirme usarla o no. Considero que la máxima expresión de esa palabra es poder usarla cómo a ti te venga en gana, a sabiendas de que haciéndolo eres tú mismo. Seguramente haya otras opiniones al respecto y todas sean respetables. No pretendo abrir el debate absurdo, infinito y más que manido. No es esa mi intención.
El caso es que esa palabra hace meses que ha encontrado una compañera que también empieza por la letra «p». Una palabra que como ya te dice todo el mundo «te cambia la vida». Una palabra que te absorbe el tiempo de algunas obligaciones y de muchas aficiones. Una palabra que llega para quedarse, y con la que poco a poco estoy aprendiendo a convivir. Y a disfrutar. Esa palabra no es otra que la palabra «padre».
Llegado este punto, muchas y muchos os preguntaréis el porqué de esta entrada. Pues no tiene mucha explicación más que la de compartir con vosotras y vosotros este cambio en mi vida y esta palabra que, aún sin saberlo, es bastante parecida a la otra «p» siempre presente en mi día a día. Aprender sobre la marcha sin saber, dejarte llevar por tus sensaciones, ver cómo todo lo que antes estaba controlado ahora pierde el control… ¿no son estas afirmaciones a caso fácilmente extrapolables de una «p» a la otra?. Me atrevería afirmar que sí.

Es por eso que a lo mejor veáis que sale un disco interesante y nuestra reseña tarda en salir. Quizá haya un concierto imperdible pero esta vez no se pueda cubrir. O tal vez os hayamos prometido una entrevista y tardemos en lanzaros las preguntas. Hace ya años que el 99,999% del contenido del blog está creado por una sola persona y la aparición de la nueva «p» puede hacer que el ritmo decaiga (aunque no las ganas, la ilusión y la calidad). Así que os pido paciencia.
Y en estas me hallo. Uniendo dos palabras que estoy seguro muchas y muchos de los que leéis estas lineas habéis conseguido casar. Seguro que es cuestión de tiempo que ambas se puedan compartir haciéndose, de manera recíproca, más grandes aún la una a la otra. Ya os contaré.