Durante estos largos once meses, nuestra vida ha sufrido cambios múltiples e inesperados. Hemos tenido que aprender a vivir nuevas situaciones y nuevas rutinas. Dentro de ellas, ponernos la mascarilla (mask en inglés) ha sido (y es) la más repetida cotidianamente.
Esto nos ha afectado a todos, incluso a la banda americana de punk rock Masked Intruder como bien explica Yellow Intruder, bajista del grupo – «El uso de las mascarillas tiene a la gente agotada. Incluso a nosotros. Ensayar con un pasamontañas y una mascarilla encima es de locos, imagínate cómo se le empañan las gafas a Blue Intruder…» – comenta con una patente falta de aire al hablar.
El grupo piensa que el planeta vive a la espera de poder olvidarse de ellas y de liberar su cara de nuevo. También creen que para ese momento su nombre debería cambiar– «Cuando todos quieran estar sin máscara… ¿quién diablos va a querer escuchar a un grupo que se llama Masked Intruder? – se pregunta de manera preocupada Yellow mientras se ajusta el elástico que sujeta su mascarilla por encima de su cabeza. «No me mires así, con pasamontañas no se tienen orejas donde ponerse la maldita mascarilla, es esto o nada».

Por lo tanto, y a la espera de un comunicado oficial, el grupo antiguamente llamado Masked Intruder pasaría a llamarse en un (esperemos) cercano futuro Unmasked Intruder. Conscientes de la importancia de un cambio de nombre, el grupo se ha puesto en contacto con Pussy Riot y Slipknot para ver cómo van a actuar otros grupos enmascarados. De momento ninguno de las dos bandas se han pronunciado al respecto dejando así a Masked Intruder solos ante el cambio.
Ante la pregunta de si están preparados para tocar mostrando su cara al público, Yellow responde de una manera resignada – «está claro que no vamos a vender más discos por nuestra cara bonita, pero al menos podremos escupir y sonreír en nuestros conciertos». Así mismo, también confiesa que podrán librarse del agobio y del escrache de los negacionistas los cuales «nos gritan a todas horas que nos quitemos las máscaras».
Tomando a Masked Intruder como ejemplo, varios medios se preguntan ya si esto tendrá repercusión en grupos de ámbito nacional. Todas las miradas están ahora puestas sobre el Altar del Holocausto, grupo de post rock instrumental cuyos integrantes también tapan su cara – «cuando veas una procesión de Semana Santa con los nazarenos a cara descubierta, entonces nos llamas y lo hablamos»– han respondido un tanto escépticos los salmantinos en boca de Skybite.