Vamos con retraso. Y lo sabemos. Tenemos en el tintero un puñado de discos sobre los que escribir, pero es que no nos da la vida. Paciencia. Hoy le llega el turno a un álbum que vio la luz hace ya casi dos meses, y seguimos quemando: lo nuevo de Nuraghe.
Con un punk rock valiente, distinto, y alejado del mundo de los tres acordes, Nuraghe nos presentan doce nuevos cortes con una producción sobresaliente. No hace falta que nos lo digan, sabemos sus influencias. Si escucháis el inicio instrumental de «Puppeteers» entenderéis a lo que nos referimos. Sus canciones son elaboradas, y sus ritmos variopintos. «Between Pillars and Lintels» es un claro ejemplo de la montaña rusa sonora que supone cada corte de la banda.
Esa capacidad de ofrecer un giro de tuerca extra toma su máxima expresión en el temazo del disco; «Jesus Christ». Nos soltaríamos la melena en esos coros si la tuviéramos. Vais a ir a al infierno por esta, como bien diría Fat Mike. Si llegado este punto, el grupo os ha sorprendido, aún queda más. Desde los riffs metaleros de «Enjoy Your Meal», hasta el escarceo con el ska en «M. Ray», pasando por el medio tiempo «My Gf is an Indie Girl». Todo en un mismo paquete.
Antes de cerrar este trabajo, Nuraghe aún tienen tiempo de ofrecer de una versión del clásico de Leonard Cohen «Hallelujah», quizá como recogida de cable por sus pecados, y de adentrarnos en su mundo con «Brand New Song», un corte donde la banda se muestra natural incluyendo incluso a las nuevas generaciones que ya sujetan el micro.
Conclusión: la escena catalana sigue nutriéndonos de grupos que tocan todos los subgéneros del punk rock. Y si unos lo dejan, otros recogen su testigo. An Elephant Was Swinging in a Cobweb, deja claro que Nuraghe están listos. Listos para todo lo que esté por venir, haciendo malabares en una telaraña, esta de la música alternativa, sobre la que de momento saben balancearse a las mil maravillas. ¿Nos dejáis subirnos?