Cuando la sombra de la oscuridad acecha en el umbral de una sociedad herida de necesidad en varios frentes, es tiempo de suplicar por un halo de luz. Si esa rayo de esperanza viene lanzado por Propagandhi, nunca defrauda. Y cuando decimos nunca, es nunca. Los canadienses despiertan de su letargo de ocho años porque, según ellos mismos, escriben cuando tienen algo que decir. Y este es el momento.
At Peace se trata de un disco que busca la paz interna ante la imposibilidad de lograr esa que conlleva al entendimiento entre iguales. Es un álbum donde Propagandhi echa la vista atrás y entierra el hacha de guerra de juventud para, de una manera lógica, entender que la vida continua y que es complicado lograr ese ansiado cambio. Lo importante es saber que se ha hecho todo lo posible.
Ese giro también viene reflejado en el sonido de la banda. Un sonido que se aleja del ruidoso punk rock, y se acerca a un rock progresivo con tintes metálicos que favorece la escucha de lo que se tiene que decir. Abrid bien las orejas. Empapaos bien de sus letras. Posibles tintes pro-palestinos («Guiding Lights»), la hecatombe política actual («At Peace»), o lo complicado de cualquier forma de absolutismo («Benito’s Earlier Work»), hacen de este disco (una vez más) mucho más que cualquier forma de música.
«No Longer Young» es uno de los temas que más fuerte golpean, y posiblemente el que resume el concepto general de este disco. Se hace extraño escuchar la voz de Todd sin gritar. Una vez más facilitando el mensaje. Al igual que ese que nos envían en la pista que cierra el disco, «Something Needs to Die But Maybe is not You». Todos tenemos un don, y ese no es otro que el de la capacidad de raciocinio. De nosotros depende el uso que hagamos de él. No debería haber arma más potente.
Es justo esa inteligencia la que se necesita par interpretar cortes que ahondan en el sentido más puro de la moralidad humana. «Cat Guy» se convierte en el claro ejemplo de esta encrucijada llegando incluso a aportar pinceladas de humor satírico. Alucinante. Y todo ello aderezado con una producción extremadamente pulcra donde las guitarras son oro, y una portada a la que se le devuelve su importancia. Si os lo preguntáis, la obra de arte se titula «Custer’s Last Stand» y su autor es Edgar Samuel Paxson (1899).
Conclusión: Propagandhi han vuelto mejor que nunca, justo cuando se les requería. At Peace no es un simple disco de música. Es un ejercicio de filosofía introspectiva y colectiva con el que podemos llegar a ser mejores personas. Es una lección de vida que nos puede ser muy útil de aquí a nada, pues no estamos tan lejos en números de los integrantes de la banda. Gracias Propragandhi, escuchándoos me encuentro en paz.