Tenemos Explosivos – La Virgen de los Mataderos (Especial Latinoamérica IV)

Estuve explorando decenas de bandas latinoamericanas por las profundidades de la red. Todas realmente pasionales, atrevidas y revolucionarias, como si pudieran crear una sinergia procedente de las entrañas de la tierra que pisan, sin que los límites de las fronteras y los distintos géneros sean suficientes para dividir ese común denominador. Me decidí por una banda de Chile llamada Tenemos Explosivos que, lejos de un estilo musical cercano a mi, se acercaron por el camino sentimental. Como si por momentos pudiera palpar sus emociones y vivir sus propias revoluciones internas.

Y es que bajo ese nombre amenazador e intimidante, se esconde un quinteto con dos discos, un split y un EP a sus espaldas. Pero el reciente La Virgen de los Mataderos es el que me convenció ya que, aunque muy en la línea de sus anteriores trabajos, presenta una envoltura mucho más trabajada, además de una finísima producción. Tras la incendiaria intro «Violencia y jerarquía», basada en un discurso de Carlos Pérez Soto, la mecha se enciende con «Regreso a casa». Resulta necesario aclarar de antemano que considero imposible analizar de manera independiente cada canción

. En la mayoría de ellas redundan conceptos como miedo, guerra, soledad, muerte o retorno, que en todo momento flotan en los ambientes creados por los instrumentos, repitiéndose aleatoriamente a lo largo de los 40 minutos de duración de la obra. Muchos títulos circulan en torno a la mitología griega, como «Rey de Creta», «Fuego en la isla de Piteas» o «Uróboros». Varias letras están extraídas de Las Neuronas Espejo, novela creada por Eduardo Pávez Goye, vocalista de la banda, que complementa sus múltiples facetas artísticas (fotógrafo, guionista, dramaturgo…) a la perfección, alcanzando registros realmente altos. Me conmueven especialmente las creaciones basadas en hechos históricos, como es el caso de «El Ciervo de Santa Margarita», un homenaje al joven mapuche Matías Valentín Catrileo Quezada, asesinado por los disparos de un cabo del cuerpo de Carabineros en 2008. «Montreal, 400 negativos» se inspira en la terrible historia de Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana, dos fotógrafos quemados vivos durante los últimos años de la dictadura de Pinochet. Muy recomendable pasar un rato investigando sobre el asunto.

Tampoco se olvidan de la Guerra Civil española con su «Monte Estépar», en referencia a la matanza acaecida en la localidad burgalesa del mismo nombre.
Tanto «Autarquía (Diotima llora por Manuel)»  como «Opúsculo de Tennessee» se rescatan del split Andes/Himalayas -que comparten con otras bandas chilenas y argentinas- y puedes unirlas si eres capaz de entender el terror de las dictaduras y la injerencia norteamericana en ellas como un sólo concepto. No nos olvidamos de «Santos de Lisboa», el que fue primer single del álbum y probablemente la más desgarradora y visceral. «Joan desteje de noche» nos conduce al final del disco, aludiendo otra vez a la cultura griega, con ese paralelismo constante con la figura de Penélope, aunque trasladando su agonía a un plano más metafórico.

Tenemos Explosivos es una banda que podemos englobar dentro del post-hardcore, aunque con influencias musicales muy variadas. Este disco es liviano en la forma pero muy intenso en el contenido. Si quieres destriparlo, debes abrir con bisturí la gruesa capa que protege la mentalidad social establecida. Si quieres entender los sentimientos que transmite, busca en tu interior las desordenadas piezas que dan forma a lo poco que nos queda de humanos.