Hemos vuelto. Hemos vuelto a sonreír, a cantar, a saltar, y dejarnos la espalda y la voz en un concierto. Hemos vuelto a ver la felicidad en las caras de aquellas y aquellos que disfrutan de la música en directo. Aún estamos en una nube por lo vivido anoche en la malagueña Paris 15 pero, vayamos paso a paso.
Se sabía que ayer no era un domingo al uso en Málaga. Al menos para todas y todos aquellos amantes del punk rock y el hardcore. Por primera vez en la historia, Bad Religion se subirían a las tablas de un escenario en la localidad de la Costa del Sol, y lo harían acompañados, nada más y nada menos que de Blowfuse y Suicidal Tendencies. Casi nada.
Según nos íbamos acercando a la sala, una nave situada en un polígono industrial, El frío paisaje se iba trasformando en un desfile de camisetas de grupos, de tatuajes, de coches con grupos de amigos y amigas bebiendo cervezas, y de reuniones improvisadas. Se palpaba ese ambiente de las grandes ocasiones, y así fue.
Habíamos oído maravillas de la sala, pero la verdad es que nos sorprendió gratamente. Amplia, cómoda, con un personal encantador y un sonido que estuvo a la altura de las circunstancias. De las mejores salas en las que he estado últimamente. Los primero en comprobar el ambiente y las ganas fueron Blowfuse. Con su actitud de siempre, su energía, y su punk rock exquisito hicieron las delicias de los que ya estábamos dentro desde primera hora. Y no fuimos pocos.
Me cuesta creer que los catalanes hayan (aún) tocado techo. Hacía tiempo que no los veía en un escenario grande, pero lo llenan con una facilidad aplastante. Sonaron temas de todos sus álbumes, y el público disfrutó especialmente con cortes de su último trabajo como “Angry John”, “Outta My Head” o la más reciente “State of Denial”. Tampoco se olvidaron de los clásicos de siempre, siendo estos los que más actividad y frenesí desataron en las primeras filas. Por favor, que nadie llame a Blowfuse teloneros. Son otro grupo con mayúsculas que se unen a la gira del año. Gracias.
Tras el típico parón obligado y tras comprobar la buena climatización de la sala, y el buen funcionamiento de las barras de la misma, llegó el momento de Suicidal Tendencies. Las primeras filas se coparon de amantes del hardcore con bandanas y camisetas de los de Venice. El grupo demostró ser una verdadera apisonadora que se lleva por delante todo lo que se cruce en su camino. Escuchar “You Can’t Bring Me Down” o “I Shot the Devil” en directo es una locura. Y más lo es aún ver la reacción de un público que por momentos hizo templar los cimientos de la Paris 15. La locura y el picorcito.
En las primeras filas podías ver gente de todas las edades disfrutar por igual, con un respeto por el prójimo típico del género que sonaba. Esa es otra de las cosas que nos llevamos; la simpatía y la cordialidad de un público malagueño que, a buen seguro, aún hoy aún no es consciente de lo que se vivió anoche en su ciudad.
La verdad es que es un delicia ver la energía que desborda el grupo, y lo bien que ejecutan en directo temas como “Subliminal”, “Possesed to Skate” o “Pledge your Alligiance”. Suicidal son muy buenos, quizá de los mejores en lo suyo. Aquí está el secreto de una gira que junta grandes abanderados del punk y del hardcore.
Cabe destacar la presencia y las tablas de un joven Ty Trujillo (con ese apellido ya sabéis de donde le vienen) que con tan solo diecisiete años se comió el escenario él solito. Nunca es fácil tocar delante de Bad Religion, pero no creo que mucha gente quisiera que acabara el recital de Suicidal. Conciertazo.
Y entonces es cuando llegó el momento. Los cumpleañeros Bad Religion se disponían a hacer historia en Málaga. Dos años es mucho tiempo, y las ganas se notaban en las caras de los presentes (y en las nuestras propias). E imaginamos que también en las de una banda que decidió abrir con “Generator” como si de una explosión de rabia y ganas se tratase. Imaginaros el resultado.
“New Dark Ages”, “Punk Rock Song”, “Los Angeles is Burning”… ¿qué canción de Bad Religion no es un hit?. Todas y cada una fueron coreadas como tal por un público que estaba viviendo la noche de su vida. Pogos, caídas y ayudas, sonrisas y abrazos entre desconocidos se sucedían canción tras canción. Todo eso que habíamos echado de menos durante tantísimo tiempo estaba de vuelta, y delante de nuestros propios ojos. Ojos (y oídos) que también presenciaron “Fuck You”, “Do What you Want”, “No Control” o “Anesthesia”.
Cabe destacar que sonaron “Man With a Mission” y, especialmente, “Slumber”, tema que aun habiendo visto a la banda en infinidad de ocasiones, nunca habíamos escuchado en directo. La traca final estuvo formada por “Sorrow”, “I Want to Conquer the World” y “21st Century (Digital Boy)”. Los bises fueron inevitables y, si por el público fuera, aún seguiríamos allí empapados de sudor disfrutando del mejor grupo del mundo. Tras el parón sonaron “American Jesus” y “Fuck Armaggedon… This is Hell”. Se encendieron las luces, y fuimos testigos de una infinidad de sonrisas y caras de felicidad.
Tardaremos bastante tiempo en olvidar lo de anoche, es más, nos aventuramos a decir que muchos de los allí presentes podrán contar a sus nietos que ellos vieron a Bad Religion tocar en su casa, en su ciudad y acompañados con otros dos pedazo de bandas que hicieron del día de ayer algo increíble. Eso y los malagueños y malagueñas. Unos seguidores así se merecían que esto sucediera. Y nosotros lo celebramos con ellas y ellos.
Solo podemos advertiros de que esta gira va ya en velocidad crucero, y que si aún no habéis decidido disfrutarla en cualquiera de las fechas que faltan, estáis tardando. Nosotros volveremos a gozarlo en un par de días en Valencia, y os lo volveremos a contar, cómo siempre.