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La tercera temporada de la aclamada Fargo, la serie que nació de la película homónima de los Hermanos Cohen ya ha llegado a nuestras pantallas (u ordenadores). Si has visto las dos anteriores temporadas y te gustaron, y estabas deseando ver esta (como yo) te aviso desde ya que es posible que te quedes con el culo torcido (como yo).
Estarás de acuerdo conmigo, mi querido (y probablemente único) lector, que la primera temporada está a la altura de la película, sino es que la supera. Noah Hawley coge una historia llena de contención y de calidad por todas partes y se marca una de las mejores temporadas de los últimos años. Destaca el guion, la fotografía, las interpretaciones, y como no podía ser de otra manera en una historia de los Cohen, unos personajes raros en el sentido más literal de la palabra. Y cierto patetismo y situaciones fortuitas que desencadenan los acontecimientos. Muy Cohen todo, pero jodidamente bueno. Una gran, gran temporada.
Luego llegó la temporada dos. Muchos éramos los escépticos. Pero no, nos dieron con un canto en la boca. Si bien (al menos para mí) la primera temporada es aún superior, la segunda es muy buena también. De hecho si no fuera la predecesora de la primera, si fuera la primera temporada de cualquier otra serie y no tuviéramos con qué compararla habría que decir que es evidentemente genial
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. Bien Noah, confiamos en ti tío, eres nuestro hombre, a tope con esa tercera temporada.
Y llega esta última temporada. Joder, Ewan McGregor en un doble papel protagonista, interpretando a dos hermanos antagónicos. Joder, mujeres duras protagonistas, villana y sheriff. Joder David Thewlis (profesor Lupin para amantes de Harry Potter)…esto pinta bien. Ves el primer capítulo. Mola, la cosa va bien. Sigues viendo capítulos…y te quedas esperando un clímax que no llega nunca. Coitus interruptus. Salvo un par de momentos de “oh vaya!”… esta tercera temporada es lamentablemente (y por supuesto desde mi criterio subjetivo) la peor de todas. No es que sea mala, es que no está al nivel de excelencia de las otras dos. Eso no quiere decir que no tenga cosas buenas:
Como siempre la construcción de los personajes es sublime, da gusto ver personajes tridimensionales, maniáticos, inseguros, patéticos y con sus rarezas que los hacen especiales. V.M. Vargas, el personaje de Thewlis es un grandísimo personaje, asqueante y maligno donde los haya e interpretado salvajemente a la perfección. La sensación de invisibilidad de la Sheriff (Carrie Coon) esta inteligentemente disfrazada detrás de un curioso fenómeno que le ocurre; Las puertas automáticas, los dispensadores de jabón y cualquier dispositivo activado por un sensor, la ignoran. Así como la ignoran profesionalmente en la estación de policía. Los dos personajes de McGregor, ambos meros peleles de las circunstancias. El sicario con los cascos…nada que decir en cuanto a la construcción de los personajes.
También gusta (y mucho) el nexo que une esta temporada con parte de las anteriores, es un momento estupendo dentro de la trama…pero sigue sin ser suficiente para superar sus dos soberbias predecesoras. Aun así, no es una pérdida de tiempo. Si no te molestan las preguntas sin contestar y te gustaron las anteriores temporadas…dale una oportunidad y dime que estoy equivocada.
