Linoleum
¿Esencia o evolución? Esta es, posiblemente, la mayor dicotomía existente hoy en día, no solo en el campo de la música, sino en la vida en general. Los que abogan por la primera, defienden el ejercicio de auto-imponerse barreras que premian la autenticidad por encima de la creatividad. Aquellos que apuestan por la evolución, creen necesario tener que renunciar a la señas de identidad más propias para poder progresar. Hay debate.
Y entonces entra en escena Scowl. La banda de Santa Cruz acaba de publicar Are We All Angels, su segundo Lp hace una semana. Y también hay debate. Este nuevo trabajo se desmarca de manera más que notoria de aquel sonido que nos dejó boquiabiertos en su debut, How Flowers Grow (2021). De un hardcore agresivo a una elegía a los 90s.
Como en todos los debates habrá quien esté defraudado por el cambio, y quien por el contrario lo celebre. Nosotros aún dentro del segundo grupo, sí echamos de menos ese hardcore, pero celebramos todo lo que este disco incluye. Que no es poco.
Escuchando los dos primeros cortes de este disco, «Special» y «B.A.B.E», se intuye un cambio, pero no la magnitud del mismo, y todo lo que es capaz de abarcar. Ya con su primer single, «Not Hell, Not Heaven», la banda nos presentó su sonido más melódico. Pero este álbum es más. Es un repaso a los 90 y a varios de los géneros que lo gobernaban.
Así podemos disfrutar de una voz que es imposible que no nos transporte a Garbage en la primera mitad de «Tonight (I’m Afraid)», de unas guitarras al más puro estilo del Smash de Offspring en «Cellophane», o de un inicio clavado al del mayor éxito de Lit en «Suffer the Fool (How High Are You?)». Y todo aderezado con la propia personalidad de un grupo que de eso va sobrado.
Scowl también tiene tiempo de regalarnos cortes como la potente y agresiva «Fleshed Out», o la sorprendente «Are We All Angels», que además de dar título al disco y cerrarlo, muestra que la semilla de la banda aún sigue intacta. Aunque haya evolucionado.
Conclusión: Are We All Angels había producido un hype bastante alto. Y ha sorprendido a propios y a extraños. Scowl no han querido encasillarse y han florecido a lo grande, haciendo que ahora su semilla pueda plantarse en muchos tipos de jardines. Viva la variedad.
