Linoleum
Fue en julio de 2001 cuando tuve la suerte de asistir a mi primer Warped Tour, la meca del punk rock en un momento en el que los festivales importantes se llevan a cabo al otro lado del charco. Y fue allí donde me compré la compilación de turno en la que sonaba un tema que me aportó frescura y admiración: «Take the Reins» se titulaba.
Así fue como Tsunami Bomb llegaron a mi vida. Desde entonces estuve investigando sin parar hasta que al año siguiente, la banda lanzó The Ultimate Escape (2002). En una época en la que viaja a Estados Unidos con bastante asiduidad, me fue sencillo conseguir el álbum en fecha. Su primer corte era aquel que me había enamorado pero, con una ligera sorpresa. La versión del disco sonaba un tanto más ligera que aquella que escuché sin parar en el compilado. Empezamos regular, pensé.
Superada esa primera «sorpresa» no tan positiva, The Ultimate Escape me pareció una pasada en su primera escucha. De hecho, veinte años después me lo sigue pareciendo. La voz de Agent M me trasladaba a las melodías de Tilt, pero con una dulzura que tomaba forma en el puente de la impresionante «Say it if You Mean it». Creo que por aquel entonces, llegaron a ser la banda con voz femenina del momento.
Canciones sobre la inseguridad de seguir cumpliendo años, de las complicaciones de dejar de ser adolescentes o de la alienación social tenían cabida en el que posiblemente sería el álbum favorito de Houdini. Sin embargo, Tsunami Bomb no son solo melodías y dulzura. En «Top 40 hit» y en «Count me Out», la banda se acerca a un hardcore que quizás ellos me introdujeron subliminalmente. El abanico de posibilidades es infinito.
También me gustaría destacar la alucinante «El Diablo» o «Headlights on a Hand Granade», la cual tiene unas guitarras que bien podían haber sido usadas un año más tarde en el Revolutions Per Minute de unos Rise Against que lo petarían. La necesidad de unidad y compañerismo (en cualquiera de sus diferentes variantes) también está reflejada en la preciosa «In This Together», una tema que rebosa melodía por los cuatros costados. Por último también me gustaría homenajear a «20 Going on…», otro temazo que a día de hoy suena fresco y actual.
En un momento en el que mi pasión por la música estaba floreciendo, y mi consumo y hambre eran voraces, The Ultima Escape supuso un soplo de aire fresco que me hizo detenerme y disfrutarlo. Puedo asegurar que fue uno de los discos que más escuché en du día, y eso que hubo lanzamientos alucinantes por aquel entonces. Tsunami Bomb se desvaneció poco a poco después de tocar techo con este disco, pero este trabajo es una joya que volverá a sonar este verano en mi casa.
