A principios de año se anunciaba una gira europea encabezada por Hot Water Music y Boysetsfire que pasaría por las principales ciudades de Alemania, Inglaterra y Holanda y que, para variar, no tocaría territorio español. Y es que los de Chuck Ragan no han venido por aquí desde 2010 y Boysetsfire no se dejan ver desde 2005.
El caso es que la oportunidad se hizo demasiado tentadora para un acérrimo de HWM y compré las entradas y los vuelos. Al poco anunciaban que se sumaban Samiam y Be Well al cartel y se redondeaba la noche. Los primeros son de sobra conocidos, pero con Be Well me dieron una grata sorpresa. El grupo de veteranos (con miembros de Battery, Bane, Fairweather) ha sacado el Ep Hello Sun que sitúo entre lo mejor del año.
Con una sala aún a medias, Be Well tocaron el Ep mencionado arriba en su totalidad más algunos temas de su anterior trabajo The Weight and the Cost con todos los miembros completamente entregados, moviéndose sin parar por el escenario. Brian McTernan, cantante del grupo y productor reputado (Hot Water Music, Strike Anywhere, The Loved Ones, Bane) tomó pequeños paréntesis entre canciones para explicar el trasfondo de los temas, relacionados principalmente con la salud mental, y dedicó «The Strenght to Breath» a su hija. El concierto acabó pronto, dejando a todos con ganas de más y con el nombre del grupo en la memoria de quienes no los conocieran aún.

Al poco rato, con unos cambios de instrumentos casi instantáneos, arrancó Samiam. La actuación estuvo correcta y llena de clásicos: «Capsized», «Dull», «El Dorado», «Wisconsin», «80 West», «Sunshine», «Full on»… Tocaron además dos temas nuevos, uno de ellos presentado hace poco como adelanto del disco nuevo. Creo que la pega del concierto fue un Jason Beebout muy poco motivado que tuvo una actuación correcta aunque muy plana y que la lio en «Capsized» equivocándose un par de veces.

20 minutos después de Samiam arrancaba Hot Water Music. Empezaron con «Another Breath», del nuevo disco, con un Chuck Ragan encendidísimo y acto seguido tiraron del clásico «A Flight and a Crash» con Cresswell al mismo nivel. La banda al completo está en plena forma y se notó. El repertorio recogió desde material más añejo como «Instrumental» o «Southeast First» hasta los singles del nuevo álbum.
También dieron un repaso a temas del clásico Caution que, casualmente, había cumplido 20 años el día anterior, con «The Sense», «I was on a Mountain», «Trusty Chords», «Sweet Disasters» y «Remedy». Antes de tocar esta última, Chuck aprovechó para agradecer a Brian McTernan, productor de aquel disco y del nuevo, su labor con el grupo y habló de cómo la música sirve de terapia tanto a compositores como oyentes. Poco después invitaron a Jared Shavelson, batería de Boysetsfire (y The Bronx, Ways away y un largo etcétera) a tocar con ellos «Drag my Body» y finalmente con «Turnstile» acabó un concierto monumental lleno de éxitos. En cuanto se me pongan a tiro, vuelvo a ir a verlos.

Finalmente, arrancó Boysetsfire. Desde el primer minuto pusieron al público en pie al grito de “¡Rise, rise!” con su tema «After the Eulogy». Justo después hubo un apagón de los monitores y Nathan Gray tuvo que improvisar un sentido discurso de gratitud al público para hacer tiempo. Con una actitud inapelable de todo el grupo, cayeron todos los temas más famosos de la banda como «Release the Dogs», «My Life in the Knife Trade», «Requiem», «Closure» o «Rookie».

Como introducción a «One Match» y «Cutting room floor», Nathan realizó arengas sobre los nuevos fascismos y sobre ser las voces discordantes en su contra y propuso romper los lazos personales con allegados que mantienen actitudes homófobas, tránsfobas o xenófobas, acabando de encender a los asistentes. Finalmente, con «Empire», cerraron una noche para el recuerdo. Me quedo cruzando los dedos para que se acerquen algún día por aquí.
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TEXTO ESCRITO POR: FER SENDRA