Linoleum
Si el viernes lo pasamos pipa en la Fun House, el sábado vivimos uno de los conciertos más intensos desde la vuelta de la actividad musical a las salas de la ciudad. La cita lo tenía todo; la presentación de nuevos trabajos, un grupo con futuro y presente, y otro asentado en lo más alto del podio del punk rock estatal. Casi nada.
La puntualidad británica con la que To The Helpless comenzaron su directo se llevó por delante nuestras ganas de disfrutar de su espectáculo sonoro en su totalidad. Un duro revés del que tendremos que resarcirnos en futuras citas. Entramos en la sala cuando la banda estaba tocando «New Punk Rock» y disfrutamos de unos diez, quince minutos más de directo que nos supo a muy poco.
Sobre las tablas unos músicos como la copa de un pino, y un punk rock que desde aquí ya hemos dicho que abarca muchos subestilos. También mucha actitud y fuerza. Aún pudiendo sonar repetitivos, una verdadera lástima que llegáramos cuando la mitad del pastel ya había sido devorado por un público que lo estaba gozando. Prometemos solucionarlo. Palabra.
Tras el interludio, llegó el momento de SUGUS. Para ese momento la sala gozaba de un aspecto inmejorable luciendo un sold out que abrumó a la banda. Gente de distintos putos de la península, caras conocidas y fans de siempre se agolpaban en las primeras fila para disfrutar de esa apisonadora sonora llamada SUGUS.
Con los primeros acordes, la locura. Y es que SUGUS tiene demasiados himnos con los cuales encender la mecha. Esta vez «Tolai» fue el elegido haciendo que todas y todos pasáramos de cero a cien en cuestión de segundos. A partir de ese momento, la sala se olvidó de todo lo externo y se centró en cantar y corear todas y cada una de las canciones que allí se cantaron, ya fueran estas nuevas como «Siempre Tengo la Razón», «Stay Away from Me» o clásicos como «Actitud» o «Adiós Amigos», donde el público se volvió loco.
Llama la atención el paso adelante que ha dado Bigotes tomando una posición de cantante que dota a la banda de muchas posibilidades. Es posible que no escuchara ningún «más rápido» entre el público, y es que SUGUS han alcanzado una velocidad de crucero difícil de superar. Como ejemplo, uno de los momentos álgidos de la noche, «Indomable», tema en el que el pit creció sustancialmente entremezclando a todos los presentes en una vorágine de empujes y sonrisas.
La implicación de los asistentes fue tal que la intensidad con la que se coreaban los temas hacía casi imposible notar la diferencia entre aquellos que sonaban en directo por primera vez como «Hoja de Ruta» o «Fiesta en Denver» y aquellos que nos sabemos de carrerilla como «I Don’t Feel It» o «Alambrada» cuyo «stickin’ in my eye» fue gritado hasta la saciedad.
Personalmente me quedo con dos momentos; cuando el grupo tocó «Nada Puede Salir Mal», un corte de distinta velocidad pero que nos conquistó a todos, y cuando sonó ese gran himno llamado «It’s Only Punk Rock (But I Like It)», un broche perfecto para una noche de diez.
Habíamos esperado bastante tiempo para poder volver a disfrutar de la música que amamos en directo, y eso se nota tanto en los grupos que se suben a un escenario, como en los que estamos de público. La comunión entre ambas partes fue total y tardaremos un tiempo en olvidar lo sucedido el pasado sábado. Y eso siempre es buena señal.
