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The Rumjacks @ Independance Club (Madrid)

Mucho había llovido desde la última vez que fui a un concierto un martes, y más aún desde que no iba solo. Tanto, que anoche recuperé esas grandes sensaciones que, a la vez, me hacen pensar en que la vuelta a la normalidad arrebatada es algo verdaderamente tangible.

Anoche asistí al directo que The Rumjacks dieron en la Independance Club, y aún hoy, tengo la sensación de que cada segundo mereció la pena. Llegué a la sala con la hora justa, pero me dio tiempo a analizar el contexto del concierto. Al llegar la sala parecía vacía, grupos de amigos y tranquilidad. Sin embargo, según se acercaba la hora del show, la sala empezó a cobrar vida, con la llegada del público más heterogéneo que he visto en mucho tiempo. Sin embargo, todas y todos teníamos algo en común: ganas de ver a The Rumjacks en directo.

Con una sala que gozaba de buen aspecto teniendo en cuenta el día de la semana, los australianos (ahora afincados en Berlín) aparecieron sobre el escenario. Lo primero que me llamó la atención fue el contraste entre el look de Mike Rivkees (su nuevo cantante) y alguno de sus compañeros sobre las tablas. El primero lucía una chupa de cuero, mientras que alguno de sus compañeros lucía ese look de taberna irlandesa que les encasilla en su estilo. Este contraste es un claro símil de lo que son los nuevos Rumjacks, un grupo que no reniega de sus orígenes pero que incluye más variedad en su repertorio.

El comienzo del grupo fue directo y sin tapujos, abriendo con «Kirkintilloch», la cual fue acompañada con temas de su recién estrenado Ep Brass for Gold (2022) como «Bounding Man» y «Bloodsoaked in Chorus». Poco a poco el público se iba soltando y era una delicia ver como gente de todas las edades y estilos estaban unidos por el son de la música.

El grupo también interpreta clásicos de la época pre Mike, como «My Time Again», «The Leaky Tub» o «The Black Matilda». Sin embargo, cuando más cómodos se los ve, y donde más disfrutó el público fue cúando tocaron temas de Hestia (2021), el disco que los hizo renacer. Es una pasada escuchar «Bullhead» o «Hestia» en directo. La voz de Mike se luce mientras que el acompañamiento musical te traslada a cualquier taberna irlandesa y te apetece beber Guinness sin parar.

Con un público entregado, el éxtasis llegaba cuando sonaron «Through These Iron Shights», «Light in My Shadow», con la sala cantando el estribillo al unísono, y con «Irish Pub Song». Los bises corrieron a cargo de una acústica, preciosa y sentida «Rhythm of her Name», con Mike en soledad en el escenario, y de la animada y punkrockera versión de la tradicional «I’ll Tell Me Man!

Ayer fuer martes, pero un martes con sabor (por lo menos) a jueves. Poder disfrutar de un concierto como el que ayer dieron The Rumjacks entre semana y estar en casa a las 23:30 es todo un lujo. Un empujón para afrontar lo que queda de semana con más energía y ganas, y un paso más para esa normalidad que tanto añorábamos.

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